lunes, 20 de febrero de 2012

ÁRBOLES URBANOS



Árboles Urbanos, Junio 2011-08-30

Casa Roja

Ciudad de Guatemala.

Según el test desarrollado por Karl Koch en 1957, el dibujo de un árbol es una proyección de la conciencia del dibujante, el suelo significa el anclaje de la persona con la realidad, el tronco, su autoconocimiento, las hojas y ramas, sus aspiraciones y sueños. Las raíces, su inconsciente.

¿Pero en qué se basó para hacer esta interpretación? Veamos. Si todo símbolo es básicamente una representación de la estructura que alcanzamos a percibir, cada grafismo es un puente entre la imaginación y la memoria. La conciencia de Ser Humano frente a la naturaleza nace de considerarse diferente a la vez que semajante. El hombre camina, y el árbol no, pero ambos crecen, nutriéndose del agua, la tierra y el aire. Recordemos el Kalevala, epopeya nacional de Finlandia, que narra cómo el árbol de encian adquirió significado especial para Wainamonen cuando aprendió que necesitaba del fuego para retoñar, y cómo inventó la agricultura observando a los pájaros según las estaciones.
Grafológicamente, podríamos decir que la serie de árboles que Aníbal López expone en Casa Roja, nos muestran a un pintor que cree en las ideas y los sueños antes que en la representación de un cielo, alguien de personalidad recia y sinuosa, que se ve en un paisaje que muchas veces se reduce a la soledad de la hoja en blanco.
Sin embargo el "test", y màs allà de esto, los árboles de Anìbal lopez, recorren la senda del sígno al símbolo en sentido inverso, desentrañando la creación simbòlica como un momento de cohersiòn cutural, cuando compara el ejercicio original con àrboles genealógicos, organigramas, líneas evolutivas, o sistemas de clasificación. Repite el ejercicio una y otra vez, utilizando los colores de la madera, el papel, y las hojas secas, para mostrarnos que el àrbol sigue estando ahí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario